Madrugón (y van...).
A las 5 de la mañana estábamos camino del aeropuerto (aunque alguno que otro tuvo que volver al hotel... y no puedo escribir más...).
Nuestro equipaje causa admiración por donde vamos. Los de la cola de embarque nos miran con mala cara, y en los ojos de la chica de Jetstar se refleja una caja registradora. Cada kilo de más a precio de oro.
Despegamos y en cinco minutos desaparecen los arrabales de Sydney para sumergirnos en el outback. Unas nubecillas traviesas nos reciben cerca de Townsville y las dos horas de vuelo nos saben... a nada. Comparto fila con un surfero que se parece a un personaje de Dragonball (faltito de urbanidad, todo hay que decirlo), y aprovecho para releer a Bill Bryson y sus maravillosas antípodas.
En el aeropuerto nos esperan Luz y Raúl. Calor, humedad y coches con el volante en el sitio equivocado...
Me como un bordillo pero consigo llegar al Yongala Lodge sin atropellar a ningun aussie.
Empieza el rodaje tropical. Allá vamos Queensland.
José María Montero "Monti"
No hay comentarios:
Publicar un comentario