La foto me la hizo Vincenzo Montalbano cuando él descendía a las profundidades del reef gracias a su botella de oxígeno comprimido, y yo pataleaba, como un alien con aletas de plástico, en esa delgada frontera que separa el mar del cielo.
La interfase agua-aire, esa delgada frontera en la que yo pataleaba, es la que a menudo sufre mayores alteraciones debidas a la contaminación, ya que numerosas sustancias, poco densas, se acumulan en las capas superficiales y terminan afectando a aquellos animales que son propios de este territorio de frontera, como delfines y tortugas. Por eso no es intrascendente mantener limpio el mar, aunque se trate de pequeñas manchitas de petróleo o de una simple bolsa de plástico.
La interfase agua-aire, esa delgada frontera en la que yo pataleaba, es la que a menudo sufre mayores alteraciones debidas a la contaminación, ya que numerosas sustancias, poco densas, se acumulan en las capas superficiales y terminan afectando a aquellos animales que son propios de este territorio de frontera, como delfines y tortugas. Por eso no es intrascendente mantener limpio el mar, aunque se trate de pequeñas manchitas de petróleo o de una simple bolsa de plástico.
José María Montero "Monti"
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