La inspiración de Batman

Sydney esconde un curioso secreto. En su jardín botánico, a pocos metros del Opera House, duermen durante el día 20.000 zorros voladores ocultos en la vegetación. Con una envergadura de 1,5 metros y 1 kg de peso, los zorros voladores abandonan cada noche el corazón de la ciudad para alejarse muchos kilómetros en busca de frutas y flores con que alimentarse. Antes del amanecer regresan a su refugio cruzando silenciosos sobre las cabezas de los transeuntes, sorteando semáforos y farolas. Existe una gran polémica, tanto en Sydney como en otras ciudades australianas sobre la conveniencia de dejar a los zorros voladores tranquilos en perjuicio de los árboles sobre los que duermen, que se pueden ver gravemente afectados por sus deyecciones. En ocasiones los jardines como el de Sydney reciben autorizaciones especiales para espantar o eliminar estas colonias por motivos de conservación de la flora.
Sea como sea, cada atardecer el cielo de Sydney se cubre de siluetas negras que pueden intuirse volando sobre las personas, sobre la ciudad y sobre la polémica que han desatado.









© Héctor Garrido